Nuestra búsqueda

Ser responsables de nuestra educación va más allá del aula. Es una labor de sujetos pensantes, una de los ejercicios constantes es ver de manera crítica qué es lo que sabemos y cómo lo aprendimos con el fin de accionarlo en colectividad y construir otros aprendizajes, se trata de no asumirse ni asumir, lo que queremos es proponer y operar el aula como un espacio liberador que no sólo se queda en una labor comunitaria de quienes participan, sino de lo que hacen con ello, saber que ni los saberes ni los espacios están sujetos únicamente a la institución. De lo anterior es que construimos un espacio con co-responsabilidad entre estudiantes, adjuntxs, docentes y todos los participantes en el aula. Se trata de conocer y saber con otrxs, desde ahí es que cuestionamos la estructura de las clases y la jerarquía, la educación del vigilar y castigar –Foucault–. 

Por todo lo dicho es que nos cuestionamos si es efectiva la horizontalidad, o más bien se trata de buscar nuevas formas de construir diálogos, pensamos que es importante pensar desde el no saber para activar una construcción desde otros lugares y así sumar ignorancias para encontrar otras formas en las que se puede ser estudiante, adjuntx, profesor, participante en el aula. Se trata de aprender con otrxs, juntxs.

Entendemos desde bell hooks una visión democrática de la educación que no es sólo en el salón de clases. La educación popular, que nos mueve desde Simón Rodríguez y Paulo Freire conlleva una revisión de la escuela a partir del mundo que habitamos día a día. Por eso creemos que la educación pública no debería ser sólo un ejercicio de lecto-escritura sino la búsqueda de generar pensamiento crítico en todxs lxs participantes del acto educativo. Es importante deshacernos de la educación jerárquica y no relevante para la vida diaria y cotidiana, desde los saberes es que creemos en aprender la diversidad formas de compartir información para abordar un problema porque el autoritarismo en el aula deshumaniza y le quita sentido al aprendizaje. Queremos propiciar actos de aprendizaje que generen satisfacción por medio de la confianza y la justicia epistémicas –buscamos la justicia y el respeto como relaciones afectivas recíprocas y cotidianas–.

Observamos desde una academia que a pesar de que parte de ejercicio de exclusión con pequeñas acciones cotidianas e insistentes, se mueve hacia lugares de inclusión, por eso hacemos estas propuestas de justicias epistémicas que creemos que pueden generar cambios, que aunque no son radicales pueden cambiar las formas de compartir y hacer comunidades de aprendizaje que provoquen que la hegemonía pierda autoridad para construir nuevas formas de hacer, explorar y valorar lo que somos, desde las pedagogías amorosas, desde la afectividad. Vemos el aprendizaje como una forma, una experiencia y no como un medio.

No importa el espacio, seguimos estudiando, aprendiendo y educando.

Es importante hacer conexiones y relaciones en las dinámicas afectivas al compartir ideas e involucrarnos en métodos rizomáticos que permitan brindar pedagogías virtuales, autogestivas y autodidactas.